Cuando tenía seis años, mi abuelo me enseñó que vender era más que intercambiar objetos: era construir puentes entre personas. Jugábamos a “cerrar acuerdos”: canicas por historias, caramelos por abrazos, y su pregunta “¿qué me ofreces tú que nadie más puede darme?” se volvió mi mantra. Aprendí que cada objeción es una invitación a escuchar un deseo profundo.

En mi formación obtuve una licenciatura en Mercadotecnia y Publicidad, una maestría en Comunicación para Alta Dirección y trabajé junto a Jürgen Klaric diseñando programas de capacitación. Como gerente comercial de una revista en CDMX descubrí que inspirar a un equipo agotado por metas inalcanzables requiere reconstruir su confianza, no perfeccionar un pitch.

Hoy, al frente del área comercial de una escuela de inglés, aplico esas lecciones para empoderar a cientos de vendedores y emprendedores. Para mí, vender es un acto de amor: por tu oferta y por quien te escucha. Mi misión es darte estrategias probadas, liberarte de miedos innecesarios y encender en ti la certeza de que, con estrategia y corazón, cada “no” puede convertirse en un “sí”.